martes, 6 de enero de 2009

Uno, dos y van...

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Desde hace unos meses se vienen sucediendo en la ciudad varios robos, de distintas características. Algunos más violentos que otros, algunos ejecutados a personas que tienen un buen pasar, otros a aquellos que la pelean para llegar a fin de mes. Casas de familias, comercios, de noche o a plena luz del día. Características que nos hacen pensar - o que deberían hacernos pensar - que ninguno estamos exentos.
Hace unas semanas el pueblo se movilizó. Fuimos 1500. "Unos cuantos" para algunos, "deberíamos haber sido más" para otros. Aunque yo creo que las cifras no son lo importante. No es nuestra intención convertirnos en estadistas. No importa cuantos éramos frente a la Jefatura, como tampoco importa cuántos robos hubo o cuánto dinero se llevaron. Lo importante y desde donde no debemos sacar la vista es de algo aún más intangible y mucho más valioso: la tranquilidad y la seguridad de toda una comunidad.

Sin lugar a dudas la responsabilidad es de todos, aunque sí, en ciertos temas - como estos, por ejemplo - hay gente que es más responsable que otra porque son "autoridad", porque por decisión, por vocación, por elección han decidido cuidarnos, representarnos, estar a nuestro servicio y debieran estar preparados para eso (SIC SIC). No queremos más justificaciones de lo que no se puede hacer, no queremos más promesas, no queremos que nos exijan participación para que cuando lo hacemos no nos escuchen o traten de conformarnos con "veremos cómo lo implementamos" y seguir estudiándolo de por vida o buscando la manera de llevarse los laureles políticos, para poder utilizarlo luego en las próximas etapas de sus carreras. Simplemente queremos que TODOS cumplan con sus obligaciones... con TODAS y en TODO MOMENTO.

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